jueves, 9 de septiembre de 2010

Oleaje de recuerdos... ACCV


Atardecía la mirada de aquel día.
Lenta y sigilosa se acercaba la noche con su oleaje de recuerdos. Recuerdos de ella, de su piel, de su ropa, de su perfume y de sus sueños.

Él avanzaba despacio. Nada apuraba su regreso a casa. Nadie lo esperaba. Había sido un día largo.
En su mente repetía uno a uno los momentos vividos con ella. En los semáforos perdía su vista entre la gente, como buscándola.
La radio acompañaba sus pensamientos. Pensamientos por ella.
Se preguntaba: por qué se fue?, por qué ya me olvidó?... Pero lo interrumpía la luz verde y continuaba su camino a casa.

Ya enseñaba suficiente soledad el espejo, el asiento vacío y el reflejo en la ventana.
Encendió un cigarrillo. Se llevó la mano a su cara para disimular, callar y secar la lágrima que brotaba por ella… Ella … la que ya no estaba.

Ella… La que se fue a otros brazos. La que dijo que no lo amaba. La que prefería vivir y dormirse en otro cuerpo ausente de sentimientos.

Miró el jardín, abrió la puerta, presenció las paredes y los muebles. Intentó demoler ángeles, pero comprendió que aquellas alas rotas no entendían de olvidos. Él la amaba y ella se había ido.

Se sentó en el sillón. Sirvió la última copa de vino, a la vez que encendió el último cigarrillo… Miró las fotografías de ella sobre la chimenea…
y comenzó a morir de amor…
escribiendo estas letras.