sábado, 27 de agosto de 2011

Habitas tu ausencia

Habito las esperanzas caídas que cuelgan entre sueños de mi cama, mientras la noche no ayuda a este cruel intento de dormir sin ti. Erguida y perfecta, remueves las cenizas de tu risa en mi recuerdo y yo me arrincono abrazado por las paredes sin tus retratos, por los cajones sin tu ropa y la ausencia total que habitas en estos espacios más tuyos que míos.

Revive el aroma del silencio entre estelas de las palabras que no alcancé a decir y aún no te escribo. Imágenes pendientes de un futuro que dejamos huérfano reclaman su realidad, su expectante viaje abortado. La lluvia proclama la deserción del viento mientras cae la ciudad sobre la tarde. El reloj desploma minutos que se desvanecen presenciando la suave danza del humo del cigarrillo junto al café. Hace frío y fumo anestesiando en mi boca los besos que te debo, cicatrices y huellas de tu infinita ausencia en la que soy un reflejo.

Ausencia que habitas aun estando lejos.

Es noche los días que nos separan.

Descuida que yo, sigo estando contigo.