domingo, 16 de octubre de 2016

Saudade (por Paulo Coelho)

(Transcrito)

Varias veces mis amigos argentinos me preguntaron el significado de la palabra 'saudade'.

'Saudade' es un término del portugués que realmente no tiene traducción exacta al español, al menos que yo sepa. Es una verdadera lástima que no la tenga porque describe muchas de las emociones que generalmente no sabemos como expresar. Sería algo así como una cierta nostalgia... pero no exactamente. Puede indicar que uno extraña algo con fuerza, pero tampoco es solamente eso.

Entonces cuando me preguntaban el significado de esta palabra realmente no sabía muy bien cómo responder.

Hasta que un día llegó a mis manos este pequeño texto de un actor brasilero que me encanta, y que define con maestría todos sus diferentes matices, en la forma que solamente un brasilero podía hacerlo. Y parece hecho especialmente para nosotros, para transmitirnos toda la fuerza de esta maravillosa palabra.

Besos y 'saudades' para todos!!


Saudade (Por Miguel Falabella).

Agarrarse el dedo con una puerta duele.

Golpearse la cara contra el piso, duele.

Torcerse el tobillo, duele.

Una bofetada, una trompada, un puntapié, duelen.

Duele golpearse la cabeza con el borde de la mesa, duele morderse la lengua, una carie y piedras en los riñones también duelen.

Pero lo que más duele es la saudade.

Saudade de un hermano que vive lejos.

Saudade de una cascada de la infancia.

Saudade del gusto de una fruta que no se encuentra más.

Saudade del papá que murió, del amigo imaginario que nunca existió...

Saudade de una ciudad.

Saudade de nosotros mismos, cuando vemos que el tiempo no nos perdona.

Duelen todas estas saudades.

Pero la saudade que más duele es la saudade de quien se ama.

Saudade de la piel, del olor, de los besos.

Saudade de la presencia, y hasta de la ausencia consentida.


Vos podías quedarte en la sala, y ella en el cuarto, sin verse, pero sabiéndose ahí.
Vos podías ir para el dentista y ella para la facultad, pero se sabían allí.
Vos podías pasar el día sin verla, ella el día sin verte, pero sabían del día de mañana.
Pero cuando el amor de uno acaba, o se torna menor, al otro le sobra una saudade que nadie sabe cómo detener.

Saudade es básicamente no saber.

No saber más si ella continúa sufriendo en ambientes fríos.
No saber si él continúa sin afeitarse por causa de aquella alergia.
No saber si ella todavía usa aquella mini.
No saber si él fue a la consulta con el dermatólogo como prometió.
No saber si ella se alimentó bien últimamente por causa de esa manía de estar siempre ocupada.
Si él estuvo yendo a las clases de inglés, si aprendió a entrar en la Internet y encontrar la página del Diario Oficial.
Si ella aprendió a estacionar entre dos coches.

Si él continúa prefiriendo la cerveza oscura.
Si ella continúa prefiriendo jugo de naranja.
Si él continua sonriendo con aquellos ojitos apretados...
Si ella sigue bailando de aquella forma enloquecedora...
Si él continua cantando tan bien.
Si ella continua detestando Mc Donald's.
Si él continua amando.
Si ella sigue llorando hasta en las comidas.

Saudade realmente es no saber!

No saber qué hacer con los días que son más largos, no saber cómo encontrar tareas que detengan el pensamiento, no saber cómo frenar las lágrimas al escuchar esa música, no saber cómo vencer el dolor de un silencio...
Saudade es no querer saber si ella está con otro, y al mismo tiempo querer.
Es no saber si él está feliz, y al mismo tiempo preguntar a todos los amigos por eso...
Es no querer saber si él está más flaco, si ella está más linda.

Saudade es nunca más saber de quien se ama, y mismo así doler.

Saudade es esto que sentí mientras estaba escribiendo y lo que vos, probablemente, estés sintiendo ahora después de leer...

'En alguna otra vida, debemos haber hecho algo muy grave para sentir tanta saudade...'

domingo, 24 de enero de 2016

Voy de vuelta

Se hacía tarde para el regreso.
Disculpa las ausencias, las dudas, tus preguntas que me inundan y mis respuestas llenas de silencios. Disculpa los nuevos proyectos que nunca empezaron y que me siguen despertando mientras sueño… Discúlpame cada vez sin ti.

Me aborda el tiempo y ahora preciso el momento en que debo encontrarte. No es una necesidad sino una posible urgencia. Por eso este retorno a la ciudad se llena más de mis deseos de amarte. De imaginar que me sigues esperando, o de seguir soñando esa espera.

Tengo el temor a que tan prolongado alejamiento haya formado separaciones imposibles de salvar. Tristezas y soledades que te mienten mi abandono. Motivos que me marginan del recuerdo… Pero guardo la pequeña esperanza que el repaso en tu memoria me regale un momento de ti. No sé si una mirada, ojalá un beso…

Voy de vuelta.

Voy por ti.