miércoles, 27 de julio de 2011

Ya nunca será tarde


Otros vientos traerán menos ausencias

Caerá la noche. Tendrás frío.

Y yo te abrigaré con la mirada como tantos otros inviernos.

Cómo estás amor mío?

Te echaba de menos.

Mis dedos cruzarán tu mano

Y tú sonreirás de nuevo.

Ya nunca será tarde.
El día de tu regreso.

Te extraño

Te extraño en cada silencio que ronda por la casa.
En aquella luz que hoy es sombra y en la que se adormece mi mirada sin la tuya.
Te extraño más de lo correcto, de lo permitido y de lo cierto.

Insomnes sueños que anhelan tu sonrisa se hacen acompañar de nostalgias por no entender tu partida.
Mi calle se ha llenado de semáforos en rojo
mientras el cielo se cubre de alas caídas.
No hay futuro que permanezca vivo abrigado por tu ausencia
No hay destino mío que no te nombre y te conozca.

Nunca es tarde, te digo, mirando tus fotografías.
Solo es invierno agitando la ventana en la que se avecina la noche
con el recuerdo de otras noches en las que fuiste mía.
El viento juega con los árboles y los tejados,
como lo hace el suspiro con el vapor del café.
Enciendo un cigarro. Levanto tu taza vacía.
No llegarás. Comienza a llover.

Pongo otro leño en la hoguera
por si hoy decidieras volver.
Y así mantener encendida
la esperanza de tenerte otra vez.

Te extraño. Nunca es tarde…
Pienso mientras cierro la puerta
y me pierdo entre la lluvia soñando que esperarás mi regreso.
Dónde iré sin ti?

martes, 5 de julio de 2011

Verdades probables


Escribiendo el testamento de un amor que se supo eterno, a veces tropiezo con tu ausencia, entre tanto desordenado recuerdo. Y dueles lejos, como duele la certeza de mis inseguridades si te acercas, colección fracasada de intentos al borde del camino.

Resisto en la melodía que deja el silencio de tu boca en la mía. Pruebo el alivio de tu beso como medicina a la soledad febril que en ocasiones me aborda y me inunda. Descansa la esperanza a un lado del teléfono sobre la mesa, en la llamada que no haces y que no llega. Tardas más de lo que quisiera, en saber de mí.

Aun así y desde este lado del amor, debes saber que te extraño y constantemente haces falta. Que los recuerdos señalan lo posible de los sueños y que el mundo en el que agito mis días parece mejor por la simple razón que tú estás en él. Que la vida se hace vida sólo a tus sencillos pasos y que oxigenas mis verdades probables, encubierta y permitida, en las que acostumbro tu mano en la mía. Te acaricio en el recuerdo y hoy te vistes de presente para hablar promesas futuras. Creo en ti, desde aquel momento que reconocí tu mirada y que cruzamos equivocados sueños para convertirnos en realidad.

Discúlpame tu lejanía y ocuparla como argumento a esta nostalgia mía de echarte de menos. Cuídate en la distancia, que mis brazos desesperan por cobijar tus besos. Vuelve pronto… o al menos no te vayas tan lejos.