sábado, 14 de abril de 2012

Página en blanco


La página en blanco tiene tantas cosas por decir, todas de ti. A veces me distraigo en el silencio como voluntario rehén del recuerdo hasta que veo llegar la noche cada vez mas larga desde que estás lejos. Se detiene el lápiz y orbitan viejos sueños.

El tiempo ha cambiado. El otoño nos anuncia la pronta llegada del invierno haciendo frecuentes los amaneceres fríos sobre la ciudad. Abril aun no trae lluvia por más que mi ventana abierta sigue esperando verla caer. Dicen que es el cambio climático: años cada vez más secos. Yo qué sé. Sólo sé que tengo los leños preparados en la chimenea, a punto de encender, para que no sientas frío cuando decidas regresar.
Por cierto, tu fotografía adorna el mueble que me ayudaste a decorar. Desde allí, tus ojos de antes iluminan las horas de nostalgia, acarician la esperanza, duermen los sueños. Porque los sueños también duermen esperando su realidad, queriéndote cerca mío. Duermen ausentes de la certeza que ya no coincidiremos y que el destino agotó las casualidades con nosotros. Aun así, duermen en tu mirada y en tu sonrisa de aquel día en que todo era mejor… y yo voy alternando la vista entre tu retrato, los recuerdos y la página en blanco que me habla de ti.