miércoles, 13 de junio de 2012

Escribir


Escribir para no pensar.
Escribir por escribir.
Vaciar la soledad a letras
y entonces fumarlas,
para después beberlas.

Escribir hasta rendir al recuerdo
atrincherado en la ausencia.
Abreviar en trazos y símbolos
la infinita noche que llega.

Escribir intentando emigrar sentimientos.
Escribir tu nombre una y mil veces
…para no pensar en ti.

jueves, 7 de junio de 2012

Pecados alquilados


Días largos, cansadores y grises desnudaron mayo para abrigar junio. El invierno anunció su llegada con fuertes vientos dando paso al intenso frío que ahora azota a mi ciudad. La lluvia violenta que inundó las aceras hace unos días, por hoy se invita tímida y se viste de ingenua seduciendo al sol que intenta defender su reinado. Nos gobiernan las nubes cercanas y vecinas, ensombreciendo la esperanza del astro sometido a su lejanía nuestra.

Quizás estos días sean una lección de vida. Quizás nos preocupamos demasiado de nuestras metas inmediatas, olvidando el objetivo. Quizás nos detiene el tropiezo en el peldaño, el dolor de la caída y el propio argumento innecesario, en el que nos justificamos las razones que nos cuestionamos después.

Han sido días de pérdidas, pero no perdidos, sino aprendidos. Pecados no propios. sino alquilados, con un saldo por vencer.

Y en medio de la casa paciente esperando el final del día para verme llegar, me culpo cada noche alejado de estas letras pero no de tu recuerdo, ni menos de ti.

Alguna vez escribí: “Se te extraña demasiado”… A no dudar, en esta noche fría, entre estas paredes húmedas, entre mis pies con barro, entre estos días grises y cansados, entre la venenosa mezcla de soledad y ausencia… A no dudar, no me basta esta colección de noches sin ti.

Al menos, no por hoy.

De nada vale llorar a la luna si nunca le sonreíste al sol.

Hace frío… pero haces más falta tú.

sábado, 14 de abril de 2012

Página en blanco


La página en blanco tiene tantas cosas por decir, todas de ti. A veces me distraigo en el silencio como voluntario rehén del recuerdo hasta que veo llegar la noche cada vez mas larga desde que estás lejos. Se detiene el lápiz y orbitan viejos sueños.

El tiempo ha cambiado. El otoño nos anuncia la pronta llegada del invierno haciendo frecuentes los amaneceres fríos sobre la ciudad. Abril aun no trae lluvia por más que mi ventana abierta sigue esperando verla caer. Dicen que es el cambio climático: años cada vez más secos. Yo qué sé. Sólo sé que tengo los leños preparados en la chimenea, a punto de encender, para que no sientas frío cuando decidas regresar.
Por cierto, tu fotografía adorna el mueble que me ayudaste a decorar. Desde allí, tus ojos de antes iluminan las horas de nostalgia, acarician la esperanza, duermen los sueños. Porque los sueños también duermen esperando su realidad, queriéndote cerca mío. Duermen ausentes de la certeza que ya no coincidiremos y que el destino agotó las casualidades con nosotros. Aun así, duermen en tu mirada y en tu sonrisa de aquel día en que todo era mejor… y yo voy alternando la vista entre tu retrato, los recuerdos y la página en blanco que me habla de ti.

lunes, 5 de marzo de 2012

Volver a caer


Cuántas veces son suficientes para aprender?. Tropezar con la misma piedra era predecible al volver a recorrer el camino. Era lógico y racional. Pero esa incertidumbre tan propia de los sentimientos no fundamenta sus bases en la razón y de una manera ciega caminamos la misma senda confiando en que “esta vez” todo irá bien, todo funcionará de la forma perfecta. Tal cual como lo narra el subconsciente a las 5 de la mañana mientras estamos dormidos.
No todo es así y tal cual como dice el encabezado de este blog, las cosas no siempre resultan como queremos y suelen ser como son. Es así como volvemos a caer repitiendo la misma herida que no alcanzó a cicatrizar, o lo que es peor, a tropezar con la misma piedra en la misma posición. Fuimos ciegos, es verdad, pero soñamos y tuvimos fe en nuestros nuevos pasos sobre el antiguo camino. Ya lo dijo Einstein: “La gravedad no es responsable de las personas que se enamoran”.
Estar enamorado es nuestra excusa y argumento en busca de absolución. A no dudar somos los peores jueces con nosotros mismos y nos cuesta perdonarnos frente a un error repetido. Pero demos crédito a aquel esfuerzo de haberlo intentado, a aquel ayer que alguna vez fue mañana, a aquella esperanza inocente que fue producto de las circunstancias. Volvamos a soñar y a empezar de nuevo. Tal vez nos equivocamos y nadie más que nosotros sabrá pagar el precio. Saldaremos cada deuda con la vida. Nadie podrá enrostrarnos de no haber deseado cumplir nuestros sueños. Nadie. Ni nosotros mismos.
Gotthold Lessing una vez escribió: “Algunos se equivocan por temor a equivocarse”. No seremos nosotros.
Mañana nos perdonaremos, aún es muy pronto todavía.
Por hoy, intentemos aquietar el reciente dolor de la caída.

domingo, 29 de enero de 2012

Vacaciones y enero

La vida va sumando días en su insaciable sed de formar historias. Comienza a caer enero como el primer abismo al que se asoma un año que se frotaba las manos con tantos sueños por cumplir.

Todo se interrumpe por las vacaciones y la televisión sólo destella playas, piscinas, muchachas en bikini y jóvenes sonrisas. Las mismas que hasta ayer daban vida al movimiento estudiantil que ahora duerme cansado, agotado tal vez, en espera de cargar fuerzas para emerger en marzo.

Pero ahora es vacaciones. Todo descansa. El mar se alimenta orgulloso dueño de cientos de miradas: las del ajetreado ejecutivo de cuentas bancario, del agobiado empresario, de la exhausta dueña de casa, contemplándolos desde lejos mientras le quitan la arena a las páginas de ese viejo libro que les acompaña. Un libro que ya forma parte del equipaje junto al bloqueador solar. El mar les regala la tranquilidad de sus olas como suaves caricias de madre a un hijo antes de dormir. Descansa, todo irá bien.

En la ciudad también se siente enero. Ya te lo dije, son vacaciones. La población decrece. Las calles muestran espacios contradictorios entre las sonrisas de quienes están a vísperas de su tiempo de relajo, la mirada desafiante y seria de los que ya vuelven, o el sacrificio de aquellos que no conocerán la palabra descanso. Aun así, por las noches los amigos se reúnen entre bohemias pláticas con ese yo qué sé compartido, provocándole insomnio a las calles y avenidas. Qué mas da?. Es tiempo de reir y en las plazas sobran bancos vacíos.

Dentro y a pesar de todo, sigo pensando en ti. Nuevo año no es vida nueva, sino darle curso a los sueños que fuimos ayer juntos. Emprendo el proyecto de un nuevo libro, cobijando la esperanza que tus manos alguna vez quiten la arena sobre mis palabras. Ya te contaré.

Se te extraña más de lo suficiente. No puedo menos.

lunes, 16 de enero de 2012

Blue Monday

Se denomina "Blue Monday" ("Lunes Triste", en castellano) al tercer lunes de enero, fecha designada como “el día más deprimente del año” por Cliff Arnal, investigador de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), en 2005.

Para llegar a esta conclusión utilizó una fórmula en la que tuvo en cuenta como variables el clima, el salario, las deudas, el tiempo transcurrido desde Navidad, el tiempo transcurrido desde haber fallado en los propósitos de Año Nuevo, la motivación y lo que él denominó la “necesidad de reaccionar”.

No se si creer en ese estudio si el mismo Cliff Arnal le restó importancia a su investigación. Lo cierto es que la tristeza abunda desde que no estás y tu ausencia ya es visible en mis ojos y palpable en mis pasos. La ciudad no ayuda a evitar tu recuerdo y la noche no resulta un buen consuelo. Todo es más lento sin ti.

Me oxigena creer en lo andado, lo entregado y lo vivido. Mantengo la esperanza que tu abrazo de regreso traiga de vuelta la sonrisa a la plaza, la luz verde al semáforo y tu boca a mi beso. Sigo creyendo en ti y en las raíces que nos unieron hasta hacernos uno, hasta pertenecernos. Confío en que todo lo que fuimos le dará algún día la oportunidad a lo que seremos y es por esto que frente a tu ausencia mi “necesidad de reaccionar” es soñar tu regreso.

Atardece el Lunes Triste,,, y yo te espero.