viernes, 2 de abril de 2010

Una decisión...



"Hay momentos en la vida en que una sola decisión, en un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas.
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea.
Esa décima de segundo puede hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz.
Podrá hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás."

Decide...
qué harás con nuestras vidas?

lunes, 29 de marzo de 2010

Culpable



No se si culparme por este dolor de adentro, por la constante tristeza, por el auto-daño, por creerte de nuevo...

O por seguirte amando tanto.

De una u otra manera, te absuelvo de toda pena... y del olvido.

Una vez mas... de cero

Lo has hecho otra vez.

No te bastaba seguir entre mis sueños y mis recuerdos. No te era suficiente eso.

Volviste a aparecer. Volviste a seducir con tus ojos y hacer arder el amor con tu mirada. Volviste a abrir mis alas con tu abrazo para invitarme a volar juntos otra vez.
Y yo te miré. Te escuché. Te leí… cerré mis ojos a tu retrato de antes y mis oídos a las voces que hablaban de daños pasados.

Abandonado a ese bosque en el que entramos cuando nos enamoramos, en el cual intentamos avanzar, encontrar un camino. Entregado a la sombra de esos árboles que nos protegen tanto del sol como de la lluvia y el frío. Ese bosque tal vez grande o tal vez pequeño y que nunca averiguaremos su tamaño ni su importancia en nuestras vidas, sino sólo cruzándolo o quedándonos para siempre en él.

Yo sin pensarlo siquiera, sequé mi mejilla y te seguí. Volví a creer en ti.
Porque no existe un lugar favorito para mi que no esté en tu cuerpo. Todo está en ti. Mis sentimientos, mis buenos y malos momentos. Lo que soy, lo que dejé de ser y lo que quise ser algún día. Todo… mi vida.

Volví a volar a tu lado y a guiar tu vuelo.
Alimentado por aquel bosque eterno, volvieron a soplar vientos de esperanzas suficientes para comenzar a soñar con los ojos abiertos.

Yo te dije: “Quédate para siempre”

Pero tú…
Tú volviste a hacerlo.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Cada noche...


Cada noche me invito a ausentar el inocente abrazo que desinteresado te entrego, mientras sigues guardando tus miedos.
A veces te extraño tanto, con una necesidad entre pulmonar y cardiaca, que no basta pensarte (eso lo hago de una u otra manera todo el día), ni menos recordarte (creo que el recuerdo es esa transitoria fase que nace aleatoriamente posterior al olvido… y no caes ni caerás en ese archivo). No siendo suficiente respirarte, te fumo para aspirar hasta tu mas involuntario gesto y llenarme de lo que eres. Consumirte y consumirme. Consumirnos en un drogado trance tan placentero y nocivo, tan trágica y dulcemente complementario, como sonrisa y llanto. Tan inexplicable como paradigmático. Tan irracional como sensato, al igual que la vida requiere muerte, para ser digna de haber sido vida.
Sin entrar en cuestionamientos profundos, simplemente te fumo.
Te fumo y te amo.
De ese modo, me resulta licuable el sólido siglo desde que te fuiste, hoy por la mañana.
Te fumo y en ocasiones te comparto, contigo.
Afortunado con saber que me piensas, engendras entre las sombras una suerte de celos. Y el humo traduce tu silencio e interpreta tu distancia diciendo que estás lejos, que no avanzas, que no te acercas, que no decides ni arriesgas…
Yo callo. Mantengo el silencio que te escribí en mi último abrazo.
Capturo la esperanza de vencer tus miedos cuando vuelvas mañana. Hasta que algún día te quedes conmigo… para toda la vida.

Las sombras no son cuerpo. El humo es solo un producto.
Vuelve a ser materia. Vuelve a ser esencia. Vuelve pronto para hacer mas soportable este frío momento. Si no vas a volver porque te amo, vuelve al menos porque te quiero.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Tanta ausencia y a la vez....

Nunca fue tu ausencia la que hizo público el dolor.
No fuiste tú...
(Aunque siga justificándote sin argumentos como dijo un amigo)...

No te vestirás de sentencia, mientras no te desnude de pecado
No es tu culpa...
Fui... una vez mas... irremediablemente yo.

El imperfecto... el tan prescindible como mundano
El no mirable pero a la vez soñable...
El que no está entre tus fotos... el anillo que siempre olvidas...
Ese.... simplemente fui yo.