domingo, 1 de agosto de 2010

A tu nacimiento


Y si yo fuera tu sueño?
Si escapando de esta pena,
conmigo estar quisieras?

Si al momento de dejarte
paradigma innecesario de tu misterio
y de mis miedos,
si al segundo de marcharme,
volteara y te veo?...

Cómo volver a buscarte?
Cómo llamarte cuando te nombro?
Cómo retroceder dos pasos
y pedir que no avances?

Esta plática contigo
se agotó de desencuentros.
Se cansó de inesperanzas,
de memorias y de muertos.
Este roce naciente de almas,
de tanto corazón, ye requiere cuerpos…

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El silencio que queda después de estas letras es una puerta abierta. Adelante, estás en casa...