Él no dijo nada...
Él solo la abrazaba... la acariciaba... le besaba el pelo...
Ella descansaba...
Él la soñaba despíerto...
sin dejar de acariciarla.
Ella volvió a decir: Te amo...
El volvió a decir nada...
Cúanto amor puede encerrarse en una habitación?
Cuánta ilusión?. Cuántos sueños?... Cuánta vida y cuánto dolor?...
Ella se durmió...
Él no...
Despertaron en una lágrima.
Se besaron...
Se despidieron...
Ambos morían de amor.
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El silencio que queda después de estas letras es una puerta abierta. Adelante, estás en casa...